Sobre amarte en la eternidad

Quererte es incesante.
No hay momento en la línea de mi vida en que no estés.
Tal vez sea porque llegué a la adultes con vos.
A tu lado comprendí a madurar las ideas.
Lejos de vos aprendí a madurar el corazón.
Cada vez que te tuve tan cerca y lejos quise robarte un momento. Y, cada vez, simplemente me lo regalaste.
Quererte es incesante.
Es una llama que no se apaga.
Es vivir dentro de la metáfora del baile de los planetas.
Es una lluvia de verano, de gotas calientes sobre piel hervida.
Quererte es incesante.
Es creer en un dios, ese eterno destructor y constructor, caprichoso devorador y dador de vida.
Quererte es querer todo lo que nunca termina, es amar la reencarnación, es resucitarme el corazón cada vez que me mirás.
Quererte es incesante.

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