De cansancio se muere.

Ojalá me leas, y veas, lo que has generado. No me interesa-s. Ya no quiero nada de vos, recibir un mensaje tuyo es cambiarme el humor por el resto del año. Vos elegiste alejarte, convertirte en una presa absoluta de la cotidianidad y la soledad interior. Y si no tenés soledad interior, ¿por qué me escribis? ¿porqué querés aparecer en mi vida como se te canta el forro del orto y después con una segunda llamarada de estupidez desaparecer como si nunca hubieras estado? Ya me avisaron, que te deje, que yo te intereso poco, nada. Y la verdad es que casi me genera repulsión pensar en vos, desde entonces. Tanto te amé, tanto. Ya ni se si hice mal o bien alejar mis sentimientos y pensamientos de vos. Fuiste único, inigualable, único. Te voy a llevar marcado en la piel, bien marcado, pero por propia elección. No vuelvas mas. No te quiero mas. No te amo más. Y si querés, te digo que jamás te amé. Pero ese pasito, pequeñísimo, ínfimo, que hay del amor al odio, yo lo dí.
Y no te odio... "odio" es metáfora de que estoy cansada, de la infradotes que tenés, de la idiotez con la que manejás tu mundo, y lo hipócrita que sos al recomendar autores espirituales como guía para una vida, cuando tu propia vida carece de sentido en el fluir del universo.
No soy perfecta, pero tampoco pelotuda. Dejame en paz.
Estoy muerta de cansancio.
Y tus "no es para tanto", me recuerdan a alguien que me hizo sangrar las venas hace poco. Y tus "amor, estás indispuesta?" me los paso por el culo. Vos sos idiota todo el año.

Si fueras canción

Quiero amarte hasta que se desoje mi alma
quisiera poder tocarte con cada pensamiento que te dedico
quisiera no amarte, en realidad
pero brillan tus ojos
con un fuego que agoniza
y solo quiero reavivarlo

Y la distancia no me toca
pues te llevo conmigo
en cada uno de mis acordes
en cada letra que leo
en cada autor que me llena
en cada cielo que oscurece
y trae tu luz

Apagá las luces que se prenden cuando todo duerme
porque no puedo dejar de
no puedo
no
mejor duermo
te sueño
espero
y te busco

Se elije estar

La exuberancia de la ternura tiene un fin. Cuando hiere el cuchillo de las acciones y la sangre que brota mancha. Cuando, a la distancia, los ojos no ven, el corazón no late, el aliento no se degusta. Cuando afuera corre el viento, cuando elijo silencio. Termina, tu piel, de sentirse. Se degrada el alma, erosionada por la tristeza. Y las palabras que no me salen, las busco en libros a los que no les encuentro sentido. A nada le encuentro sentido cuando me imagino sincerándome, con otra persona, la que sea; porque veo soledad y vacío a mi alrededor. De perversiones agrias se alimenta el resto, me señala con el dedo: "alabadora de la degenerades". 
Me tienen, chica, apuñalada, contra el piso. Dándome merecidos de cómo debería comportarme. Me dan refugios de mentiras, me piden favores moralistas pero actúan en las sombras de un cuarto sin luz. Vi quemarse pisos enteros de edificios lujosos. Vi una humillación a alguien que por su actitud posterior, parecía merecerlo, pero le di mi mano, le toqué la espalda, lo hice sentirse acunado. 
Y así responden. Y así me siento. 
Buscando el amor, que creo merecer.