Esta vez ya podés respirar

Previo a desplegar un pensamiento que se acumula con los años de hacer la contra, debo ser sincera. No se absolutamente nada. Entiendo conceptos si me lo explica quien sabe, aplico esos conceptos previo a conocerlos como tales sin necesidad de explicarlos. A pesar de todo, estoy muy acostumbrada a que me digan todo lo mal que hago, comenzando por mi misma. Me acepto culpándome por todo, dándole rienda suelta al autoflagelo físico y espiritual. Por eso digo: que lo que aquí diga ya sé que está mal. Y son libres de leer y disentir con su cabeza, o no. Son libres.


Las telas que ya he dicho, de las que ya he hablado, que pone "el sistema" en nuestros corazones mientras crecemos a través de frustraciones y cadenas de ignorancia, existen. Están aquí y allá en forma de simbología y conceptos. Y nadamos en ellos, nos sumergimos y bañamos en el mar de pre-juicios y post-juicios, los cuales nos pre-disponen.
Negros, blancos, alemanes, africanos, latinos, yankis, judíos, musulmanes... Cosas que en éstas coordenadas las vemos de cerca, de lejos, leemos una sola vez una noticia en un portal de entretenimiento, lagrimeamos y compartimos. En particular siento que lo que mas cerca tenemos es la violencia y libertad de género, la cual comienza a dejar obsoleta a la autoridad y le abre las puertas a las conciencias libres y vivas (de vivir, de no ser causa de muerte). Y hay quienes se involucran con su carne, con su cuerpo, con nuevas formas culturales de comunicarse incluyendo a todes o todxs en una palabra; también están quienes acompañan y comparten, quienes están ahí para cualquier compañera que necesita desesperadamente salir de alguien o directamente necesita ser escuchada porque algún macho la calló la boca a piñas. Sin quererlo, estamos todos metidos en ésta hermosa metamorfosis de sociedad. En la cotidianeidad como mujer, se empieza a ver menos miedo, mas ganas de responder, mas compañerismo, mas conciencia en general. Hombres que señalan a hombres por ser violentos, acosadores o simplemente en una charla de "hombres" se desubican con comentarios privados. Nos estamos mirando todos, adentro y afuera.
Hay violencia: la mina que la cagan de un tiro porque si, porque se lo merece, por puta, porque no lavó los platos, porque no, porque no, porque no. Porque no estabas acostumbrado a que te diga que no, ¿no? La matás o le pegás porque es libre, porque te molesta, porque estamos viviendo en mundos paralelos tocándonos las pieles: hay gente que ya está viviendo en la nueva era de la igualdad y lo único que tienen para mostrarle a la otra mitad, que todavía son neandertales, son sus gritos, sus puños, sus aerosoles y sus tetas.
Hay mujeres machistas: obtusas en su mirar "Ay pobrecita, está arreglando la bici sola." dijo una suegra que tuve una vez, una suegra machista, que lavaba los platos, planchaba la ropa y jugaba jueguitos de facebook mientras esperaba a que vuelva el marido a no-coger, a no-amar, a no-estar. Una suegra que tenía ataques de pánico cuando salía a la calle, cuando en realidad lo que la estaba enfermando era estar encerrada. Otra vez tuve otra suegra (porque tuve muchas suegras, vieja. Soy bien puta.) que cuando me mudaba con mi novio me preguntó "Te pregunto a vos que sos la que se va a encargar de eso: ¿querés un escurridor para cuando lavás los platos?"; me lo preguntó en serio, ¿te estás riendo? yo también me reí. Y no lavé los platos, y me deprimí por cosas de la vida, y ese novio, hijo de esa suegra, no entendió y me cagó a trompadas.

Es como cuando te caés de la bici, o te chocan con un auto, o te quemás con leche: hay quienes jamás lo intentan nuevamente y hay quienes dicen "ya fue, un rayo no cae dos veces en el mismo lugar". Nos veo enfermos, a todos juntos, somos como un rebaño enfermo y sólo algunxs están tratando de sanar. Por mi parte, yo seguí. No reniego de mi monogamia, ni de mi heterosexualidad, tal vez no me pinte, o si, o tal vez me pinte cada vez mas, tenerme menos miedo cuando me miro al espejo, tenerle menos miedo al macho, tenerle menos miedo a la mujer machista, tenerle menos miedo al extremismo. Acá el rayo cayó dos veces, pero la segunda dió vida a una nueva capacidad de entendimiento.
A lo que sí no puedo perderle el miedo es a lo peligroso de una ciudad hervida, pero no lo puedo negar: es necesario. Hoy duelen millones y millones de pibas muertas, violadas, abusadas y acosadas. Que venga un macho a exponer sus ideales de que está bien matar minitas, no pueden, no saben lo que están haciendo, están enfermos, y nos están enfermando a todxs con su ignorancia y psicosis. Y no hay estado (sin mayúscula) que nos salve de eso, ni el anterior y menos el nuevo. Se está cortando el enmudecimiento, está llegando la fecha de vencimiento de la autoridad, nos estamos des-acomodando al "sistema" y ya vemos mas claro al culpable. Lo "extremo" que ve usted, señora, es una reacción a una acción pequeña y perpetuada por miles de años. Salga en tetas, señora, a colgar la ropa al balcón y dese una dosis de epifanía y tire la ropa por la ventana. Nadie sabe lo que nos pasa cuando nos morimos ¿porqué no vamos a acompañarnos a nosotrxs mismxs en éste maravilloso acto colectivo de crecer juntxs hacia la igualdad?
No se preocupe, señora, no nos vamos a volver jipis. Nos vamos a volver científicxs, filósofxs, médicxs, nos vamos a volver astronautas, nos vamos a convertir en energías con potencias emparentadas, nos van a tocar los ángeles a los que usted les reza y vamos a estar unidas y felices. Nos vamos a amar constantemente, vamos a elegir con más certeza, no vamos a desaprovechar la vida. Vamos a desterrar a Romeo y Julieta por las pelotudeces que no dejaban que su amor se concretara. En la escuela vamos a aprender a tenernos mas en cuenta, a ver al "prójimo" como real espejo de unx mismo y vamos a dejar de lado la hipocresía de que tirando mierda por la calle 24/6 llendo a la iglesia el día 7 estamos salvadxs. Nos salvamos aquí y ahora, cuando nos miramos a los ojos, cuando nos decimos las verdades. Señora, ya no necesitamos una leyenda o la mitología para ver nuestro camino. Está bien, la historia ya es historia, pero no quiere decir que por eso tenemos que atenernos a eso. Para eso es "pasado", ¿no las ve? ellas le están diciendo que ya puede salir de la cueva. Ellas fueron las valientes que salieron primero o que nacieron allá afuera y vienen a decirnos que las sombras son hormigas, que juntas podemos volverlas al pozo del que vinieron.

Afuera todo lo que alguna vez nos aprisionó. El patriarcado, la guerra, los asesinatos, los aristócratas, burócratas, imperialistas, las pelucas de viejos verdes, los cosméticos, los corpiños, la hija de la mierda escuela que nos priva de creativizar, la guita, wallstreet, los hitler, los mussolini, los papas, las cruces, las palomas, las banderas. Afuera todo eso. Afuera ¿entendés? No lo quemes, que después nos vamos a olvidar y alguno que contuvo su memoria nos va a volver a vender el mismo jodido buzón que nos puso una estampa de porquería en el culo y nos mandó al universo donde nos crean necesidades y nos cobran por obtenerlas mientras nos enferman con psicólogos, jefes abusivos con sus hijos Don Capricho, tineli, las tetas hechas y el puterío barato.

Afuera pero bien adentro, jamás debemos olvidarnos que existió gente de mierda a quienes les importamos un carajo las generaciones futuras. Hagamos backup de lo que nos hicieron y sigamos adelante amando y aceptándonos. Es lo único que nos queda: lamernos nuestras propias heridas. La herida de otrx, como propia mía.