No existe ese amor verdadero absoluto, a cada persona le llega su ancho de espadas. Y es un evento particular y alegre ver a dos personas que se han encontrado uno en la mirada del otro. Las caricias en cualquier parte, los besos lejanos, los ojos que hablan. Cómo se hablan con la mirada dos personas que se aman tan verdaderamente. Cada cual con sus defectos, con sus miedos o sus manías. Se aceptan, y siguen juntos. Escuchan una triste historia de amor, y se miran, y piensan "no estamos tan mal". Porque tienen alguien que escucha todas sus palabras, no solo eso, sino que se interesa por esas ideas. Porque alguien les va a limpiar la zapatilla si se la manchan con kechup. Porque alguien va a no enojarse si dicen alguna estupidez, o hacen algún chiste. Dos personas que se encuentran en alma, cuerpo e intelecto. Es hermoso ver cómo se sonríen.
Y qué suerte, poder ser el tercero, que los mira, los admira y se conmueve. Esperanza, hay que tener. Siempre llega el amor verdadero... Mientras, tenemos amores hipotéticos, idealísticos. Hasta que llegue "esa" persona.
Tiempo al tiempo.

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