Un pequeño dolor

Hay un hombre, un hombre que no ha hecho mas que besarme. Que ha impulsado a mi corazón a latir de verdad. Que me ha hecho descubrir la libertad. Pero aquel hombre no tiene talento en absoluto, sólo sus ínfimas manos tienen al menos dos o tres talentos: El quemar con el roce... Armarme la luna en una noche nublada. También así su lengua: Besar impaciente y ardientemente... Pegar perfectamente el envoltorio de mi corazón...
La oratoria y la escritura son su mayor fuerte, lengua y manos presentes... Mas nada en presentación.
Aún así, logré comprender a su lado, que no sólo los buenos amigos hacen que disfrutes cualquier tipo de momento por mas ínfimo e inútil mentalmente que parezca. Llegué a vivir apegada a sus sentimientos, a sus ideas.
VIVO apegada a sus ideas, que no son suyas, y ahora son mías.
Por todo eso, que me ha convertido definitivamente en Su Mujer, únicamente suya, siento este vacío tan difícil de llenar. Quiero crear un hueco en el medio de mi cerebro, para poder olvidar las noches de soledad. Y estaré abriendo el paraguas antes de que llueva, pero se viene un diluvio de agua salada al borde de mis ojos, lo sé.

Entonces un descargo de un mar de palabrotas, o una mueca mal puesta en la esquina de mi labio, no solucionarán el pesar que pasaré por tenerlo lejos.
Y cuando el llanto pase y vuelva a disfrutar de tu sonrisa, prometo organizar los cimientos de mi felicidad.


Mientras tanto... Dejadme ser infeliz, dejadme vivir adolescentemente ésta idiotez.

No veo la respuesta. Pero siento que pensás lo mismo, amor...

Y el "Te amo" no es suficiente.

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