surge en un momento de inminencia cuando se quiere amar
la persona que intenta y vocifera su cariño se fatiga y sólo quiere mirar a las estrellas
hay un cielo que respira fuera del oxígeno que el árbol dió
y vos miraste la luna, le diste entidad y la amaste como a ninguna
te retorciste fuera de toda esperanza
porque creíste que era imposible ver la luz del sol con esos ojos traicioneros
polvo de estrellas se esconde en cada bolsillo
ese que también esconde la moneda que no le querés dar al nene que vino a pedir a tu mesa
comiste y bebiste claramente consciente de que ganaste cada segundo que estás gastando
cuando en realidad nunca lo pagás porque esa moneda no existe
las tazas se estallan contra el piso y tu tristeza sólo sabe pedir perdón
tuviste miedo mas veces que las que contás
que ya son muchas
y cada vez que alguien te observa por dentro el portal gigante de madera se eclipsa
la puerta se cierra y no sos mas amable a los ojos extraños
y los mirás. a los que amás y sentís que sólo a ellos podés darle lo que sos
la sonrisa y el abrazo, que sos
sos vos
hay una parte oscura del mundo
vos sabés con qué se come eso. la cuchara del postre y el vaso siempre está lleno de algo
es incontinencia del continente que escupe de los seres vivientes y les deja hirientes y la mano es libre y la palabra cotiza en alza
y no sabés pero te alcanza a que hora salir a jugar
si tuviera que explicar cómo me encontré amando tendría que dejar que las personas se acerquen a tus ojos
y te den la mirada certera de alguien que quiere amar
y el espejo que sos puede reflejar esas sensaciones y proyectar ampliando cualquier anhelo humano de superstición de que el amor existe
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