No tengo carro, me olvidé de agarrar uno en la puerta. Estoy en la parte de las verduras y me doy cuenta que no tengo carro, miro alrededor y veo uno a lo lejos. Me voy acercando a ver y calculo que nadie es dueño de él; en la misma situación viene un chico con cosas en su mano e intenta poner sus cosas adentro. Me nació algo de maldad y le grité "Ese carro es mío, muchacho", el chico se avergonzó, me pidió disculpas y se acercó a otro carro que estaba mas allá para usarlo. Yo ya con mi carro, riendo por dentro esperando que el chico se fuera para contarle a mi novio, vuelvo a tener un destello de maldad y le vuelvo a decir "Ese carro es mío". El chico se dio vuelta avergonzado. Cuando vió que era yo de nuevo se rió y se fue con sus cosas y su carro. Yo me reí: una alegría cotidiana, hacerle un chiste a alguien desconocido. Antes de que pueda contarle a mi novio, "EL" me dice: "¿Con quién te estás haciendo la linda?"
FIN
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