Cactus

Hay algo que es más interesante que haberme enamorado de vos. Que hayas nacido.
No sé donde, si fue parto natural o cesárea, si te crió tu vieja o tu viejo, si te adoptaron o se quedaron con vos; no sé quiénes son tus hermanos y si te gustaba hamacarte, no se cuál era tu dibujito favorito, o si no mirabas tele, no se cuál fue el sonido que te hizo amar la música, convertirte en canal y transportarla.
No se quién sos, pero sé que existís.
Y no porque respires, sino porque lo veo a él, producto de tu ser, y la veo a ella, que vibra con las cuerdas que acariciás, que cargás con tu energía, y depositás tu amor.
Tus silencios, te hacen vivo. Tus sonrisas silenciosas, me hacen ruido. Y es fantástico, saber que en algún momento fuiste pequeño, como él, fuiste adolescente, como ella, como ellas, y te diste por enterado de que la vida pasaba por varios lugares antes de pasar por vos. Aunque estás seguro, seguro de lo que hacés, tus zapatillas no se gastan, tienen la suela bien marcada.
Sé que existís, porque no decís chau, y te llevas todo tu amor. Y queda un vacío enorme, una sensación de tristeza qué sólo pasa cuando escucho cantar tu voz, cuando escucho sonar tu guitarra, y eso está ahí; esperando para ser oído. Esperando ser amado.
Son dos segundos de eclipse encontrarse con vos. Te veo, sólo si llueve, pero ésta vez, no para de llover. Mientras escribo, una nube me dejó ciega; se corrió para darme un sopapo de sol.
Ya volví, de afuera, de putear a la nube. Ya volví, de amores desesperados, de manotazos de ahogados, de elecciones negativas, violentas y desamoradas.
Volví y me quedo acá, con el costado de la cama vacío, el costado que nunca ocupaste. Me quedo tapada hasta las orejas, recordando cómo dimos vuelta la cama y por la ventana se iba el calor.
No puede haber algo malo sin una buena razón, vos naciste, te conocí, te amo, pero que estés vivo y seas posible es una buena razón para que no me correspondas.
Sólo te pido... te dedico tu propia canción.

1 comentario: