"Existe un principio básico en la vida..." dijo una vez mi madre, persona buena si las hay, con una enorme capacidad de comprender una realidad distinta. "... yo trato de usarlo siempre. Uno no puede entender del todo por lo que pasa una persona; pero asi como alguien tiene problemas, vos también los tenés. Y los problemas de todos son importantes, no existen mas grandes o más pequeños; todos son graves para quienes los viven. Por eso, para mantener a tus amigos, para poder estar en armonía con todo y todos, tenés que siempre tratar de ponerte en su lugar. Asi poder ayudarlo, o simplemente poder entender cuando alguien reacciona de alguna manera que a vos no te gusta; poder comprender por qué cosas está pasando para actuar así. Pero no sólo eso; también te sirve para no tener feas actitudes con los demás, ponerse en sus zapatos puede solucionar millones de problemas con un amigo, un novio, con nosotros tus padres. Antes de actuar tenés que pensar 'no hago lo que no quiero que me hagan, y hago lo que me gustaría que hagan conmigo'... De esa forma, considerando eso, es ponerse en el lugar del otro. No es tan dificil y siempre es bueno practicarlo, te hace mejor persona. Te hace aquella chica en la que mucha gente confiaría y no hay nada más hermoso que tener la confianza de la gente. Pero no hay que abusar de eso, siempre con la intención de ayudar."
Tenía apenas 7 años cuando me aconsejó terrible consejito. Había tenido una pelea con una amiga porque había buchoneado un secreto que me había contado, me sentí mal; fue como un remordimiento, pero obviamente a esa edad no podía saberlo. Estaba tirada en la cama llorando por eso cuando se acercó mi vieja y trató de calmarme. Después de ese monólogo suyo, al otro día le pedí perdon a mi amiguita y le juré que nunca iba a volver a hacerlo. Ella me perdonó y sentí el regocijo de tener de nuevo la confianza de alguien. De ahi en más siempre traté de ganarme la amistad y confianza de la gente, porque es lo que hoy en día me hace sentir bien cuando estoy perdida: que alguien venga, y me confíe algo que le hace mal o bien, cualquier cosa...
Siempre lo practiqué y de allí salió una escala, que yo misma confeccioné a partir de experiencias personales: a aquellas personas que yo mas amaba y mas cariño tenía, más me tenía que preocupar en ponerme en sus lugares y no dañarlos. Porque si llegara a perder su confianza sería un pozo depresivo del cual no podría salir.
Hubo gente que me defraudó, que perdió mi confianza (lo cual me dañó tanto como si hubiera sido al revés) y también estuvieron quienes perdieron la confianza en mi porque... bueno, uno no es perfecto, y me dolió muchísimo pero traté de aprender.
Por eso, por debajo de aquellos que yo mas amaba estaban "los demás", gente que no me interesaba ni valoraba tanto su confianza por el simple hecho que no compartíamos la misma escala de valores; no valoraban la confianza ni la amistad como yo lo hago.
Con eso fijado en mi cabeza tanto como algunos métodos de control, avancé y retrocedí en la vida. Tuve mis depresiones y mis mejores alegrías.
Comprendí, en ésta época de mi vida, que debía contener y mantener esos lazos que eran mis pilares, logrados gracias a los consejos de mi vieja. Me dispuse a hacerlo, lo logré perfectamente. Pero ete aquí un gran problema, mi energía va, va, y va... Pero nunca vuelve.
"Cuando uno dá, la intención es desinteresada, es puro amor. Si vas a hacer algo esperando una respuesta, dedicate a otra cosa, porque no te va a llevar a ningún lado" dijo mi vieja cuando fuí mas grande.
Y sí, mi intención fué desinteresada todo el tiempo, dar a él sólo por amor, puro amor, pasión y ganas de crecer junto a él. Pero cuando no hay reposición de energía, uno no puede dar mas. Y son las pequeñas actitudes las que demuestran la devolución de energía desinteresada, no una acción gigante que limpie las pequeñas actitudes de mierda. Es todo el tiempo.
Toda mi vida me crucé con muchísima gente, diversas personalidades, pude comprender millones de cosas de la cantidad de entes libres y presos que conocí. Pero pocas veces me crucé con gente con mucho nivel de egoísmo, incapaces de ponerse en el lugar del otro. Porque ¡qué simple es!. Mi vieja lo dijo: "no hago lo que no quiero que me hagan, y hago lo que me gustaría que hagan conmigo".
¿Tan dificil de verdad es dar amor poniéndose en el lugar del otro? Me vale mierda!
No entiendo y quizás nunca lo pueda entender porqué las personas hacen lo que hacen. ¿Por qué nos lastim,an si nosotros lo único que damos es amor? ¿Tan dificil es ponerse un poquito en el lugar del otro y darse cuenta que lo que dicen o hacen lastima?
ResponderEliminarHermosísimo Pía... me gustó mucho. Es bastante insólito leer algo que te identifique pero que al mismo tiempo te haga mirar hacia el otro lado. Y escrito con esa sinceridad... abrazo
ResponderEliminarRo, no puedo estar mas de acuerdo.
ResponderEliminarGracias Mati :) Muchas Gracias.
Abrazo!
muy bueno, estoy en un momento de mi vida en el que me siento muy identificada.
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