Nena Luna Lunera (I)

 Existen auténticas maneras de ser como uno quiere ser, ella pensaba. También están aquellas que se comparten con una masividad de personas. Sintió muchas veces (que para ella fueron pocas) ese vacío en el pecho. Pero nada malo; simplemente una dulce sensación de que no existe nada en el mundo mas que eso, ese objeto preciado, ese tesoro. Y "ser" como uno quiere, requiere del vivir o de qué forma hacerlo, las personas de las que uno se rodea, las cosas que uno dice y piensa, las diferentes iniciativas y "no-activadas" de su vida. Las decisiones... 
 Ese submarino sentimental que solía tener, ya no formaba parte de su vida, ella no era diferente. Iba a cambiar el mundo, y no cambió su realidad.
 El placer que le provocaban ciertas cosas casi se estaba desvaneciendo. Quería hacer una imagen mental del objeto, poder plasmarlo en su cerebro como un tatuaje y realizarlo al estilo oriental: pinchando por cada punto que formaba una línea, haciendo sangrar, para recordar.Su cara entera: la boca, la sonrisa, sus dientes, su nariz, sus frágiles ojos, brillantes, sus manos alargadas, la curvatura de su espalda... Era la imperfección mas hermosa que había visto en su vida. Y quería tenerla con ella siempre, su imagen vagando por sus sueños. 
¡Qué diablos! Se hacía tarde para vivir y nunca había marcado verdaderamente la diferencia...



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